La semana pasada lanzamos el primero de los cinco textos para TranscribeEstoria, un proyecto colaborativo piloto en el que queremos poner a prueba nuestro taller de transcripción digital con vistas al desarrollo ulterior del proyecto. Como decimos, TranscribeEstoria es una iniciativa colaborativa (crowdsourcing) que, si continúa con éxito, permitirá ofrecer de manera íntegra la transcripción del manuscrito C (BNE MSS/12837) de la Estoria de Espanna llevada a cabo principalmente por colaboradores voluntarios. Las transcripciones del ms. C complementarán la Estoria Digital, una edición digital de la Estoria de Espanna realizada por nuestro equipo de investigación y cuya primera versión se lanzó oficialmente en 2016. El lanzamiento de TranscribeEstoria ha propiciado un cierto debate acerca de las razones por las que pedimos la colaboración de voluntarios interesados en la transcripción conjunta y controlada (bajo nuestra supervisión) de los textos: ¿acaso buscamos obtener algo a cambio de nada? Como se ha sugerido en las redes sociales en estos días, ciertamente sería factible que muchos especialistas en la Estoria de Espanna emprendiesen para nosotros la labor de transcripción con relativa rapidez. Y es que en realidad, después de cuatro años preparando la edición digital de la Estoria de Espanna y un año más con la Crónica particular de San Fernando, el equipo de TranscribeEstoria no es ajeno a la metodología de edición en XML y a la utilización, por ejemplo, de complejas etiquetas de anidación (algunas de las cuales idolatramos en secreto, pues cuanto más complejo, mejor ;-). De hecho, al analizar el uso a pequeña escala del trabajo colaborativo en la edición de 2017 y teniendo en cuenta la importante inversión de tiempo requerida para organizar y coordinar una iniciativa de este tipo, especialmente en el caso de contar con una plataforma de transcripción digital como la que se testa ahora en TranscribeEstoria, ciertamente podríamos haber adelantado hasta la fecha el trabajo de transcripción de una manera mucho más rápida y económica. Entonces, ¿por qué no hacerlo nosotros mismos? Es perfectamente lícita la pregunta.
Además de la edición digital, la transcripción de los cinco pasajes de TranscribeEstoria también la hemos realizado por nosotros mismos, usando la codificación XML-TEI en su versión P5. Esta fue una de las primeras tareas emprendidas para planificar TranscribeEstoria. Sin embargo, ese no es nuestro objetivo principal: no nos interesa tanto la rapidez con que podamos realizar las transcripciones, como la oportunidad de poder trabajar con otros colegas interesados que se unan a nuestro proyecto. Algunos de ellos podrán ser grandes eruditos o especialistas -sin duda lo son-, en el sentido tradicional: académicos, profesores o investigadores; aquellos que se ganan o aspiran a ganar su sueldo estudiando o enseñando la historia o los textos del periodo medieval. Pero también nos interesa ese otro perfil colaborador más amplio o menos restringido al ámbito académico: el público interesado, en general, en el mundo medieval, aficcionados y entusiastas; esa otra parte de la ciudadanía que no están menos fascinados por el ámbito en cuestión ni tienen menos derecho a acceder a los materiales digitales en los que estamos trabajando. En el proyecto Estoria de Espanna Digital, donde se enmarca el piloto TranscribeEstoria, nos entusiasma la posibilidad de que el acceso a los textos medievales no se limite únicamente a aquellos con las mejores credenciales académicas, lo cual evidentemente es muy útil, qué duda cabe, para el acceso y manipulación directa de los manuscritos originales, en particular aquellos muy frágiles o en un deficiente estado de conservación. Pero en la era digital, con el acceso a imágenes de alta calidad de los manuscritos, muchas de ellas disponibles gratuitamente en línea para uso particular y libre sin ánimo de lucro, como parte del patrimonio cultural de un país, lo cierto es que no parece razonable que a quien esté interesado no se le permita trabajar y aprender por sí mismo con estos materiales.
Nuestro papel aquí, sin embargo, es similar al concepto de vigilante o centinela, lo cual no significa que nos sintamos con el derecho a decidir quién puede o no estudiar o trabajar y en qué, pero sí es verdad que durante el tiempo en el que hemos estado trabajando con estos textos hemos adquirido un cierto nivel de experiencia que nos legitima para ayudar a otros a acceder a dichos materiales. Ello no quiere decir que nos creamos los únicos especialistas en el amplio equipo que conforma TranscribeEstoria, incluidos nuestros colaboradores voluntarios, o que consideremos a estos meros recipientes huecos ansiosos por asimilar el conocimiento que por nuestra parte nos dignamos a conceder. Nada más lejos de la realidad. Sabemos, y ya lo hemos comprobado, que muchos de nuestros colaboradores son expertos por derecho propio en diversos campos. Consideramos que nuestro papel aquí es mantener un alto nivel de control de calidad de las transcripciones, así como ofrecer las herramientas, la información y el asesoramiento necesarios para posibilitar el acceso a estos manuscritos a quienes, con diferente recorrido y experiencia, mantienen con constancia el afán por aprender. Nuestra querencia, por tanto, pasa por expandir la audiencia potencialmente interesada en colaborar con nosotros y continuar aprendiendo, juntos, sobre la Estoria de Espanna. Para cumplir estos propósitos, parece necesaria la presencia de un capitán de navío, guiando a todos en la dirección correcta.
La opinión extendida de que se está tratando de obtener algo a cambio de nada con el objetivo de beneficiarse del trabajo no remunerado de los demás no es admisible para nosotros porque se basa en un profundo desconocimiento y malentendido acerca de los objetivos del proyecto y de este tipo de iniciativas. Por supuesto, es comprensible que algunas personas puedan tener este punto de vista, de manera superficial sin antes tomarse el tiempo suficiente para comprender de qué se trata realmente. Nuestro espíritu es profundamente democrático, pues abogamos por la idea de que cualquier persona está capacitada para investigar, aprender y, lo más importante, disfrutar de todo este maravilloso legado medieval que conforma nuestro patrimonio cultural compartido. Por el momento, las transcripciones realizadas en la fase piloto de TranscribeEstoria no formarán parte de la Estoria Digital, pues antes será necesario analizar y contrastar los resultados obtenidos de la nueva herramienta colaborativa, y, por supuesto, la transcripción paleográfica resultante deberá ser revisada por el equipo de investigación. Sin embargo, en compensación del duro trabajo realizado por los voluntarios, estos podrán obtener un reconocimiento formal, mediante certificado oficial, de su contribución y serán explícitamente reconocidos en la eventual publicación en línea de las transcripciones, una vez sean revisadas. El principal estímulo o compensación de los colaboradores en esta etapa es, por supuesto, el aprendizaje emprendido. Con independencia del mayor o menor grado de su experiencia previa, los colaboradores incrementan de manera progresiva su competencia digital, acceden a una mejor comprensión del manuscrito en el que trabajan, obtienen nuevos conocimientos sobre paleografía, sobre la Estoria de Espanna en sí como obra, sobre la prosa medieval castellana en general, la historia e la historiografía, el español medieval y su ortografía, o el contexto sociocultural en el que se produjo esta obra por primera vez. La experiencia integral de aprendizaje no solo se consigue a través de la propia actividad transcriptora, sino también accediendo a los diferentes artículos y blogs que hemos preparado para su publicación a lo largo del proyecto piloto, así como también participando en los foros de discusión y en las redes sociales. Esperamos que a medio o largo plazo esta iniciativa de crowdsourcing pueda crecer a tal escala que los voluntarios, una vez hayan adquirido mayor competencia en el manejo de la herramienta actual (aunque mejorada; téngase en cuenta que, como proyecto piloto, el sistema se va perfeccionando a medida que avanzamos y corregimos los errores), puedan realizar transcripciones con mayor soltura y destreza, con vistas a la actualización progresiva de la Estoria Digital. En esta etapa, como en el caso de los voluntarios cuyas transcripciones se usaron para la edición de 2017, la identidad de los colaboradores de TranscribeEstoria será públicamente reconocida en las ediciones futuras que se basen en el manuscrito C. En cualquier caso, aún falta mucho recorrido para llegar a ese punto.
Como equipo de proyecto, estamos muy agradecidos del trabajo de aquellos que ya han comenzado a transcribir y a interactuar con todos los materiales asociados, y es muy importante para nosotros que os comuniquéis y nos consultéis cualquier duda, pues en algunos casos esto permite detectar algunos de los errores iniciales del sistema. Todo ello supone ya una contribución esencial al proyecto, pues nos estáis ayudando a mejorar y refinar nuestra plataforma de transcripción, que esperamos que eventualmente se convierta en el motor de una nueva etapa más ambiciosa del proyecto, donde las transcripciones realmente sean colaborativas, transcendiendo la metodología MOOC/CEMA que de momento impera en el piloto. Somos conscientes de que la estrategia colaborativa aplicada a la transcripción de textos antiguos hispánicos aún está en ciernes (véase, en cambio, algunas iniciativas interesantes ya en marcha como ComunidadBNE); más aún tratándose de textos medievales (en este caso, de comienzos del siglo XIV) con una escritura bastante abreviada, lo que puede complicar significativamente la labor de los transcriptores, al tiempo que, sin embargo, lo hace más interesante e instructivo, además de aumentar la sensación de logro cuando se completa dicha tarea. Lo cierto es que estamos entusiasmados con poder compartir con vosotros las oportunidades que se nos han ido brindando para trabajar con la Estoria de Espanna, no solo en lo que respecta a los resultados de nuestra investigación, sino también por el papel activo que podéis desempeñar en el proceso de investigación en sí mismo. Es por eso, en definitiva, que nos gusta el trabajo colaborativo y por lo que aspiramos a ser comunidad.